tipos detectores

¿Sabías que cada año mueren aproximadamente en España 200 personas a causa de los incendios?. Los detectores contra incendios son una herramienta útil para reducir esta cifra. Antiguamente solo se usaban a nivel industrial, cada vez se utilizan más en los hogares españoles. Por este motivo, vamos a hacer un pequeño resumen de los tipos de detectores contra incendios que se utilizan.

Los detectores son una pieza fundamental para los sistemas de protección contra incendios. Con el tiempo y el avance tecnológico han ido surgiendo distintos tipos de dispositivos con el objetivo de solventar una necesidad específica para este mercado.

Tipos de detectores contra incendios

Los distintos tipos de detectores contra incendios toman como referencia alguna de estas características para realizar su función.

Detectores de humo

Como su propio nombre indica, los detectores de humo son detectores contra incendios que necesitan la presencia de humo en el aire para activar una alarma que alerte del peligro de incendio.

Según el método utilizado para la detección, existen distintos tipos de detectores:

– Detectores iónicos (prácticamente en desuso): detectan gases y humos de combustión no necesariamente visibles. Disponen de una cámara de ionización de aire abierta, si entra humo en ella se reduce la ionización del aire, generando una condición de alarma.

– Detectores ópticos/fotoeléctricos: estos detectores contra incendios cuentan con dos dispositivos, uno que emite la luz y otro fotorreceptor, situados en diferentes ejes. Cuando el humo entra en la cámara del detector, el haz de luz enviado por el emisor se dispersa y puede alcanzar el detector, activando así la alarma.

detector óptico

Existe un tipo especial de detector óptico llamado detector de rayo infrarrojo, el cual dispone de un elemento emisor, un reflector y un receptor. En este tipo de detectores se activa la alarma cuando el haz de luz infrarroja recibida por el elemento receptor se encuentra por debajo de una intensidad preestablecida, ante la presencia de una densidad de humo determinada en la trayectoria de los haces.

Detectores de temperatura

Los detectores contra incendios por temperatura se instalan en lugares donde no es apropiado instalar detectores de humo, generalmente en zonas como la cocina o garaje, ya que pueden generar humo no procedente de un incendio.

Según su funcionamiento también existen distintos tipos.

– Detectores térmicos: también llamados de temperatura fija, son los detectores contra incendios por temperatura más utilizados. Están diseñados para activar una alarma cuando la temperatura del aire a su alrededor alcanza un límite establecido. La temperatura de activación más común para este tipo de detectores es de 58 °C, aunque existen en el mercado detectores que se activan a una temperatura de 47 ºC, aumentando, de este modo, el margen de seguridad.

– Detectores termovelocimétricos: estos detectores contra incendios están diseñados para activar una alarma cuando detectan un rápido incremento en la temperatura del aire que los rodea. A partir de un aumento de alrededor de 8 °C por minuto, independientemente de la temperatura inicial, se activa la señal del detector.

detector termovelocimétrico

Detectores de llama contra incendios

Los detectores de llama se utilizan cuando existe riesgo de combustión sin humo, por ejemplo, cuando hay gases o líquidos combustibles. Su uso está más orientado al ámbito industrial.

Las llamas emiten radiación infrarroja y rayos ultravioleta. Sirviéndose de esta propiedad, encontramos tres tipos de detectores de llama:

– Detectores infrarrojos (IR): incorporan un sensor de radiación infrarroja que activa una alarma ante un cierto nivel de este tipo de radiación.

– Detectores ultravioletas (UV): incorporan un sensor de radiación ultravioleta.

– Detectores combinados (IR/UV): incorporan ambos sensores con la finalidad de aumentar la sensibilidad, además de reducir el riesgo de falsas alamas.

detector infrarrojo

En conclusión, los detectores contra incendios más recomendables para salvaguardar vidas son los detectores de humo, gracias a su capacidad de detectar el riesgo de incendio incluso antes de que se produzca la combustión.

Sin embargo, su uso no está recomendado en zonas donde se pueden producir humos de forma inofensiva, como cocinas o garajes, o bien en fuegos sin la presencia de humo. En este tipo de estos casos se recomiendan otros tipos de detectores, como los de temperatura o de llama.

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